sábado, 22 de marzo de 2014

Sin fin de sí.


...


Marchándose cual viajero temporario
olvidó mi corazón en el camino.
Olvidó mi voz,
la vida que plantó en mí.
Olvidó su presencia ausente estancada a mi lado,
olvidó enseñarme a olvidar.
Como él,
quitando lo vivido, lo anhelado,
lo soñado.
Como él,
despojando lo construido en felicidad.,
ignorando aquellos propias faltas.

Alejándose cual viento fugaz

sin pensar en lo arrasado,
en lo dañado,
viviendo sin más que su vivir.,
olvidando su raíz,
su motor y su energía,
su único ser,
su verdadera vida.

Y en cada viaje,

cada despedida
saciaba su sed en un mar embustero de amor,
ahogaba su pasión perdida en la lujuria de un patético sentir.
¡Y qué ironía barata!
¡Qué absurdo su fingir!
¡Qué ilógica su convicción de no saber, de no querer admitir!

Y ya sea aquel viajero,

o sea aquel viento,
en otro rumbo marcha,
sin retorno ni espacio aquí,
con fronteras y barreras
con abismos puestos en mí,
con un fin de su lado,
con la agonía de mi mano.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario