jueves, 18 de diciembre de 2014

Tus alas, mi libertad.




...

No he podido desistir.
rendida a tus pies me encuentro, pero firme al suelo,
firme a la realidad de que puedes volar
y eso me encanta.
Que crezcan tus alas más allá de lo normal
y vuela siempre libre, conmigo en tu pecho
mi vera siempre estará esperándote. 
Que lo que me atrajo a ti fue tu vuelo,
la forma sutil con la que desciendes en mi cuerpo.
Que lo que me mantiene aquí es el aire que emanas desde dentro,
manso, delicado,
suave.
Que enamoras hasta mi respiración con tus besos,
aquellos que esconden magia,
aquellos que despiertan mi adrenalina
con tan sólo un roce de tu boca.

No he podido resistirme a tu existencia,
y emprendí un viaje eterno en la libertad de tu ser,
libertad sana,
libertad única,
a gusto por ti.

martes, 25 de noviembre de 2014

Therefore some.



...


¿Y qué decir?
Qué decir de las palabras que sonaron dulces desde su voz, qué decir de las dudas que engendró en mí. Todo se vuelve tan atípico, no acostumbro a escuchar confesiones antes de las mías, mucho menos de ese tipo. No acostumbro a sentirme amada antes de mi tiempo, antes de dar por hecho que estoy enamorada.
Todo se vuelve retórico y en la realidad queda ese silencio incómodo.

¿Y qué esperar?
Qué esperar a partir de ello, qué ilusiones se harán verdad y qué miedos tendrán su fin. No recuerdo en qué momento dejé que viviera en mí, no recuerdo cuándo decidí que se quedara, pero qué bueno que fue así. Mi sonrisa es otra a partir de su presencia, mis hoyuelos duelen de ternura por sus ojos clavados en mí, y no cuento cómo se achina el corazón con cada roce de cariño.

Qué decir, qué esperar, qué sentir, qué pensar.
Avanzo lento y por dentro todo va tan deprisa. Ir por la vida de su mano ya no es más un pensamiento, se ha vuelto un sueño. La libertad que aspiro de la suya me teje alas para volar más alto, y no pretendo bajar si mi cielo hoy son sus ojos, a no ser que cada aterrizaje sea en sus labios, en un profundo abrazo, de esos que llenan cada hueco, cada grieta que pueda haber en el alma. Porque no hay para mí obsequio más verdadero que un cálido sentir de amor, su amor, en cada mirada suya.

No digo, no espero, siento y pienso en silencio. 
Quizás así la eternidad con la que anhelo dure más de un día, quizás más de un par de años, quién sabe, un para siempre todos los días. 

No digo, no espero, siento más y ya no pienso. 
Que el tiempo decida y el destiempo no descuide el ritmo. ¿Mi sueño? Alcanzarlo de su mano.


Odiarlo un poco, enamorarme sola. ¿Qué más?  
Lo amo sin pesar, a raíz de todo.
Y sin tenerlo todo no pido más de la cuenta.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Sólo cabos sueltos...


...

    Y cayó la noche. Cayó en mi párpados cansados de tanto día, cansados del sol, cansados del aire que pesa por su ausencia. 

    Las flores duermen y, con ellas, también su aroma. Ese aroma que agrada a mis sentidos, que penetra lo más profundo de mi ser, que revive a un corazón muerto por el olvido.

    Esta noche la luna sonríe lejana, mantiene su postura mas no su magia. Simula con muecas que aún me ampara, como aquellos que me fingen su nobleza. 
    Esta noche, noche extraña, trae consigo las penas que no llegan a ser penas, sino certezas que duelen por sinceras y calman por igual. 

    El cielo se nubla tal como se nubla mi mirada cuando no lo alcanzo a ver, mas no por tristeza, más bien por temor. Temor a ese tejido de raíz que ciega por completo mi razón, creciendo, dando frutos en los sentimientos que, inevitablemente, no logro obviar. 

    Y es que tiendo a sentir y a no pensar cuando el corazón a gritos me recuerda que, nuevamente, late al ritmo de una balada de amor, que al compás de un "Te quiero", una fiesta pagana se enciende en él, siendo el dios su voz.

    Rozan las sábanas mi piel, patético consuelo al faltarme sus caricias. Mi almohada queriéndose convertir en su pecho, aquel que cómodamente me reposa con placer. Mas nada se asemeja a su presencia, mas nada tan cálido como aquel corazón. 

    Aguarda mi cuerpo su abrazo, suplico a la noche que acabe, que el día se asome, la tarde que llegue y al fin encontrarlo. Aún con mis párpados cansados, aún con sinrazón, con el corazón jugado.

Cayó la noche y con ella el dolor.
Cayó la noche y con ella mis sueños,
con ellos mi adiós.


domingo, 10 de agosto de 2014

La plenitud de la calma...



...


No sé bien cuál es el plan de este destino, pero se siente bien la vida cuando tomo su mano. No sé bien si caminaremos más tiempo juntos hacia un mismo lugar, pero su sonrisa logra hacerme permanecer confiada en el presente y siento que no necesito más.

Cada después de verlo no consigo quitar la alegría de mi rostro, la energía de este corazón que, aliviado y seguro, comenzó a querer. Cada después de un beso mis labios lo extrañan, mi sed lo aclama, y la ternura con la que luego me mira me inunda por completo de pasión, pero pasión sin prisa, sana, aquella que alcanza a crecer sin que los cuerpos se rocen. Admirable.
En cada abrazo nuestro descanso y respiro, siento como hace mucho no sentía, una quietud en mi alma que suspira gracias a la calma de una sinceridad que me envuelve en aquellos brazos. Suyos, míos cuando me sujeta y me hace parte de sí mismo. Firme y delicadamente. Sutiles.

Y es casi imposible hoy no extrañarlo, si desde que logré conocer su esencia me persigue como el perfume que quedó aquella tarde en mí, como aquellas risas que en mi mente resuenan de los momentos que ha sabido brindarme con cariño, como nadie ha hecho hace tiempo.
Y es que confío plenamente en su palabra, en los gestos que a diario me demuestran su interior, que es sereno, noble, llevando consigo como insignia el respeto; quitando primero de mí las dudas y el miedo antes que la ropa.



Me bastó un segundo para reconocerlo, sé que fue parte de algún sueño que aparté por ilusas ilusiones sin comienzo. Sé que ese espíritu de libertad ya lo había vivido, y es por eso que siento que vuelo amarrada a un sentimiento que, aún teniendo mañana su fin, su principio real sé, me hará feliz en cada momento al recordarlo.

Sólo la mitad de ese segundo me bastó para comprender que aún las sonrisas se puede compartir sinceramente sin tratar, siquiera, de ocultar algún dolor.


(Porque hoy realmente no existe, se extinguió) 


Sin prisa, siento...



martes, 8 de julio de 2014

Una pasión con gusto a disfrute.


...

No recuerdo haberle dado el derecho a ingresar en mi mente de manera constante, insistente, mucho menos, permanente. No recuerdo haberle dado el atrevimiento de fusionarse con mi piel, de coincidir tanto con los pecados del placer. Hoy ya es sombra, sombra presente en los sueños, despierta. Sombra delirante entre los escombros de un cariño que sólo le duró unas noches, una tarde que olvidó. Hoy sólo tengo restos de los deseos furtivos y los besos clandestinos que nos dimos.

No recuerdo permitirme, una vez más, caer en la tentación de un par de ojos con pasaje a la locura interminable que, junto con tan impactantes pestañas, me llevan a ese viaje sin querer regresar. Logran perderme en un cielo infinito de sonrisas bobas al aire y me encuentro de nuevo con un sentir patético unilateral. No recuerdo haberme dicho que era libre de despertar en mí los celos por sólo esos momentos juntos, por provocar el gustar de su mirada hasta de su caminar.

No acordé jamás mezclarme con su cuerpo, no hay trato ni contrato que me ate a su piel. Pero el deseo que despierta en mis sentidos es suficiente para volver a él, a sus sábanas, a sus rincones, a la pasión que, hacía mucho, nadie provocaba en mí. 
Su cuerpo hoy es mi conquista y su corazón un deseo inalcanzable. 
Y sólo existo en sus noches, sólo existo en su cama, en llamas.

lunes, 16 de junio de 2014

Un sin fin de absurdos pensamientos.


...


Ya no encuentro musa más que la tristeza y se siente realmente desolado el corazón. Ya no recuerdo lo que es sentir una caricia en el alma, que los sentidos se desborden por una simple palabra de amor, de cariño siquiera. Ya no logro verme en los ojos de alguien más, no reconozco mis huellas en ninguna piel ni el perfume de los besos que la pasión supo dejar en alguna cama.
Se vuelve todo tan predecible, los días no cambian y los sentimientos inexistentes permanecen igual, igual que un sin fin de razones por las cuales tiende el alma a llorar. Y la soledad se vuelve insoportable y esa misma esencia de felicidad que alcancé una vez de a poco desaparece. Fue un aparecer que desbordó por completo mi estabilidad emocional, fue de esas apariciones desprevenidas e inconclusas que luego de un momento, en cada avance, se aleja más. Y fue ese aparecer que me tiene varada otra vez en la ilusión.
Es así como nuevamente me pierdo en lo que nunca sucederá, es así como sólo con la imaginación y los sueños me veo de la mano con alguien que me hace amar. Pero sólo es eso, una película producto de un único sentir, mío, porque es tan terca la razón que le da paso al sentimiento, siempre.

Ya no sé cómo mantener estable el corazón, si ese nuevo par de ojos alborotó mis sentidos de una sola vez. Ya no entiendo los motivos de mantener algo que no es del todo real, ni entiendo cómo algo tan pasajero para algunos puede permanecer por más tiempo para otros, y tanto más para mí. Ya no puedo controlar el extrañar, el necesitar de su presencia sólo para verlo sonreír, para escuchar la risa que tanta alegría me da.

Todo se vuelve efímero y no es el amor una excepción.
Pero logro mantener al corazón de pie, no volverá a caer...

(Al menos no hoy, no esta vez)

sábado, 26 de abril de 2014

'Siempre estarás en mi corazón', dijiste tú al marchar.


...

¡Oh, amor! 
Te he visto recorrer los caminos de mi mente,
perdiéndote en las penumbras de lo que solía ser tu hogar,
tu sitio voluntario y no por recordarte. 
He sentido aquel aroma penetrando por entero mi cuerpo,
adueñándose de lo que ya es dueño, aún sin tenerte aquí
convirtiendo mi rutina en los pasos que no das
en el eco del adiós que resuena sin firmeza cuando tus labios lo dijeron.


¡Oh, amor!
Te he soñado en mis adentros como el paisaje a conocer, 
nuevamente a descubrir,
como caballero sin rostro 
reconociendo sólo el alma que te acompañaba
en los principios de aquel amor, 
¿recuerdas?
He volado de la mano al olvido creciendo a diario junto a ti,
desintegrándome en el aire cual mota de polvo sin valor,
ahuyentando así la vida,
siendo más materia que mi propio ser.


He sabido amarte a la luz de la luna
y a los ojos de quien supo admirarnos,
mas hoy del silencio y a oscura 
depende la vida de él.


Te aseguro, amor mío, tu sonrisa de papel y tinta
da vida a mi resistencia.



lunes, 21 de abril de 2014

La ilusión te pronostica.


...

Calla,
calla a tu ausencia y al llanto,
silencia los pasos que no terminan de llegar
a la luna quejosa por no encontrarte aquí a mi lado
 y cubre al  viento que exhala tu aroma,
asfixia las flores que respiran aquel amor olvidado,
ahoga en el rocío la pena de tu adiós.

Calla,
por favor calla al recuerdo que no cesa,
calla al silencio que atormenta en mi cama,
quita de las sábanas tu piel y tu cuerpo
y bórrame el camino hacia tu voz.
Permite que mis ojos brillen con su propia luz,
apiádate de la sombra que sólo me refugia a mí
y déjala marcharse al caer la noche.

Calla, amor mío.
Calla lo que aún perdura.

Mas sólo hasta tu regreso, calla.
Sólo hasta tu regreso llévate lo que olvidaste.

Que el tiempo de la espera se va acabando 
y en cada salida de la luna un día más termina.


Calla y déjame sólo sentir lo que pronostica la espera.



viernes, 4 de abril de 2014

Lo acepto y reprimo.


...

Me rindo,
el sentimiento está mas las palabras no lo entienden.
La agonía que quema dentro por
no saber cómo explicarlo
me terminará consumiendo.

Me asfixio,
las emociones crecen y no mueren ni con olvido,
se debilitan por la distancia
y retoman fuerzas por los recuerdos.
Los únicos, los míos.

Absurdo latir de este corazón,
dándole vida a un amor fugado,
permitiéndome seguir amando a quien me dijo adiós
sin temblar los labios.

Ilusa la esperanza
e idiota mi alma
soñando lo ausente y lo prohibido,
lo anhelado y lo perdido,
lo prometido y lo incumplido,
lo amado
desterrado por él,
aún en mí tan vivo.

Y hablo de alusiones de aquel enamoramiento
que aún trayéndolo al presente
no deja de ser sólo la bella sensación
de haber existido alguna vez.

¿Lo fue?


*

jueves, 3 de abril de 2014

Sólo sombra, sueño.


...

Rondan a diario sus ojos
su presencia sólo como sensación,
como la ilusa certeza que al girar,
tal y como en una película barata de amor,
lo encontraré al fin con su sonrisa plena al verme.
Provoca estragos en mí 
la risa idiota que aún me enamora, y que,
ausente y presente en mi vida,
recuerdo y escucho como símbolo de martirio,
suplicio que nunca termina.


Y acabo con esto perdiendo la razón,
la cordura al pensarlo se borra,
se esfuma como el apresurado sol
dándole paso a la luna que,
en mi caso, vendría a ser su amor.
Ese que aparece en la plenitud de las sombras,
como quien existe a escondidas,
a los ojos de quien sólo se atreve a mirar,
en la noche de quien por insomnio de extrañar
ve por completo la real esencia.

Pero todo acaba,
toda ilusión desaparece al llegar la mañana.
Y se vuelve a repetir la misma historia,
los mismos ojos, la misma voz,
la misma risa, el mismo amor.
Y se repite el mismo error, dolor,
extrañarlo y no sentirlo
mas encontrándolo en mis sueños.

Cae la noche, otra vez como tantas,
la luna se asoma y lo veré.

Buenas noches, digo en silencio,
no interrumpan mi sueño con él.



*

jueves, 27 de marzo de 2014

Minúscula aceptación.


...

Hoy, observando tu ausencia me encontré con aquella vieja sombra del amor. Divisé a lo lejos tus ojos, aquella mirada que mostraba luz hasta permaneciendo baja. Degusté el sabor de tus labios y escuché la cómplice risa que entre medio solía haber. Saboreé la dulce espera entre cada distancia y reviví la alegría que al verme siempre contigo traías. 

Hoy, sobrellevando los momentos vividos distingo tu olvido de mi permanencia. Separo tu ayer a mi lado de tu presente sin mí. El mismo cuerpo, el mismo ser de algún modo, como el alma quizás también, tu mismo todo con distintos sentimientos, con otra mirada, con otro amor y con otra sombra. 

Permanecí inmóvil por pequeños instantes interminables, aceptando tu partida y sin soltarte el corazón. Tu mano hace tiempo no me sostiene, tiempo antes de que te fueras de aquí, sólo con poca fuerza me rescata y me ataja tu encanto de cada mensaje guardado, aquellas viejas grabaciones donde, furtiva, vive tu voz. 

Ocultándome del frío de tu partida disimulé no escuchar tu adiós, y poco a poco, quitándome el abrigo tu inesperada decisión, me golpea duramente la mejilla tirándome en la realidad. 
Ya no me abraza tu calor ni me reviven tus caricias. 
Ya no mantengo esperanzado lo que no siento de tí. 
Ya no te soy ni eres. 
Sólo vives, y aunque sea lejos de mí, aún logro verte.


#

miércoles, 26 de marzo de 2014

El final abre sus ojos.


...


Tiempos donde no trato siquiera de ocultar mi dolor, y no pueden verlo. 

Nervios consumiendo a diario mi rostro, mi cuerpo, mi piel. 
Desgarrados como cuero bajo una ferocidad incontrolable.
Ojeras marcadas por los desvelos, por los llantos en ellos. 
Tez pálida por la ausencia de calor, del calor que necesito de su voz.
Una piel arruinada por la interminable carga interna, despedazando mi envase 
y desgastando el corazón.
La mente se confunde y la razón desaparece. 
La sonrisa externa por dentro se esconde,
no es más que la imaginación ajena,
una ilusión ante los ojos de quienes desean sea verdad.


Y me queman la cabeza sin saber que ya hay incendio,
que todo va consumiéndose,
que pronto se esfumará como el viento.
Y no quedará nada, sólo el vacío de lo que fui,
lágrimas de hipocresía.



+

sábado, 22 de marzo de 2014

Sin fin de sí.


...


Marchándose cual viajero temporario
olvidó mi corazón en el camino.
Olvidó mi voz,
la vida que plantó en mí.
Olvidó su presencia ausente estancada a mi lado,
olvidó enseñarme a olvidar.
Como él,
quitando lo vivido, lo anhelado,
lo soñado.
Como él,
despojando lo construido en felicidad.,
ignorando aquellos propias faltas.

Alejándose cual viento fugaz

sin pensar en lo arrasado,
en lo dañado,
viviendo sin más que su vivir.,
olvidando su raíz,
su motor y su energía,
su único ser,
su verdadera vida.

Y en cada viaje,

cada despedida
saciaba su sed en un mar embustero de amor,
ahogaba su pasión perdida en la lujuria de un patético sentir.
¡Y qué ironía barata!
¡Qué absurdo su fingir!
¡Qué ilógica su convicción de no saber, de no querer admitir!

Y ya sea aquel viajero,

o sea aquel viento,
en otro rumbo marcha,
sin retorno ni espacio aquí,
con fronteras y barreras
con abismos puestos en mí,
con un fin de su lado,
con la agonía de mi mano.


.

martes, 18 de marzo de 2014

-


...


Lo siento, ya no logro sentir nada. 
Creo nunca lo sentí como lo hice ver. 
Creo sólo fue la aceleración de un proceso de nunca acabar. 
Lo siento, ya no logro avanzar siquiera en pensamiento. 
Mi corazón ha llegado a quererte sólo hasta este momento. 
Lo siento, ya no quiero mentirme ni tratar de convencerme, 
mucho menos obligarme. 
Lo existente no lo olvido aunque todo se termine acá. 
El sentimiento será el mismo, jamás lo llegues a dudar,
pero creciendo sólo, y siempre, en el mismo lugar. 
Sintiendo la importancia de tu ser en mi vida.
Queriendo conservar aún tu presencia en mis días.

Lo siento, supongo ya nada podrá ser igual.
Igual a lo que tú querías.

Lamento haber sido yo.
No serlo.


#

lunes, 20 de enero de 2014

Amélie in the sky.


...

Existías en mi sueño, te hiciste parte de mí. 

Pero tu presencia no duró lo que deseaba.
No tuve aquellos movimientos pero,
nada impidió que pudiese sentirte tanto.
Jamás dudé que dentro te llevaba como
la certeza de mi anhelo más preciado.
Exististe por un breve tiempo.
Exististe sin decírmelo.
La felicidad fue contradictoria;

infinita por saberte, inexistente al marchar.

Hoy sólo me queda esa imagen tuya que no te describía,
que no mostraba siquiera cómo eras, cómo serías.
Hoy sólo me quedan dos líneas paralelas
y un abismo solitario de dolor.

Hoy sólo me queda que pudiste haber sido más,
más que un hermoso pequeño gran recuerdo.

Mi cielo, te quiero.

domingo, 19 de enero de 2014

Jamás llegó a ser.


...

Olvidé la última vez que lloré, la anterior vez a hoy.
Si avanzo me lastimo, y si paro, un poco más.
No comprendo mis razones, no comprendo siquiera mi llanto.
Estas lágrimas recorren el camino que no fue y el que no será.
No tuve ni perdí. No tengo ni tendré.
¿Qué hago? ¿Qué hago con lo que hay en mí y no quiero? 
No quiero hoy.
¿Qué hago si pierdo la oportunidad?
No debo vivir de arrepentimientos.

Pero hoy sólo avanzo, bruscamente, a corazón vendado y ciego, 
a ojos cerrados.
Con la impresión de caer, de chocar la pared.
Llegar al fin.

*

sábado, 18 de enero de 2014

Confusión: Falta de tiempo.




...


Retroceder. Dar un paso al frente. Detenerse otra vez.
Confiar. Sentir. Detener la mente y vivir.

Seguridad de un minuto e indecisión de por vida.
Inestabilidad y permanencia de la mano.
Qué débil puede ser a veces el intento, el arriesgo.
Qué inesperado encontrarse con las caras de la verdad,
hablándose la una a la otra, sin llegar a una conclusión cuando
por casi, esta vez, dos minutos de confianza por el hoy.

La vida aún continúa y mi mundo se detuvo.
El camino se hace largo y los pasos cada vez más cortos.

Soñar. Despertar confundido. Soñar lo irreal otra vez.
Olvidar. Algo mínimo recordar. Tan sólo más de lo mismo.
Superación de un momento y la incredibilidad emocional en un sólo tiempo.
Contradicciones, hipocresía y verdad. Más que nada verdad.
Cómo increíblemente el cuerpo logra asimilar los sentimientos.
Cómo bruscamente expone a la luz el dolor interno,
el dolor ajeno a los demás,

las heridas aún abiertas sin indicios de poder cicatrizar.

La vida continúa. Corre a prisa dejando mi mundo atrás.
Mis pasos no se oyen ya. Mi voz grita en silencio por ti
,
pero tu oído se sella ante mis vueltas.

-


jueves, 9 de enero de 2014

Inevitabilidad constante.


...

Tristeza. Tristeza al llegar a esa esquina y sentir la falta de amor, la ausencia de un abrazo como parada final, la inactividad de los rayos de sol iluminando aquella cálida espera. A veces suelo esquivar la mirada, retenerla en un punto fijo delante de mí, mirar hacia la nada, pero la mínima esperanza de encontrarlo allí suele siempre ganar. Y es entonces cuando volteo registrando cada espacio, cada centímetro de baldosa, cada escondite posible, mas en ese mismo momento la ilusión se apaga, otra vez. 

Angustia, momentos pasados más vivos y lejanos que nunca. Destrozos en mi alma por la ausencia de verdad. Una verdad que jamás su desamor pudo mencionar, una verdad que en sus actos de total cobardía demostró. Una verdad que, al lado de su estúpida frase de despedida, hoy hubiese servido más. Pero eso me dejó, tan sólo promesas rotas, ingenuidad en mi corazón, dolor.

A donde quiera que vaya, lugar que frecuento o inactividad diaria, bebida o alimento que consumo, música, recovecos, gestos y muecas, sonidos, silencios, el cantar de los pájaros, ropa que uso, cosas u objetos no relacionados entre sí, todo, absolutamente todo me hace pensar en él. No hay un mínimo espacio, partícula ni molécula que no se encuentre con una pequeña parte suya o de lo que solía ser. Suelo pensar que es tan absurdo, que la locura se está haciendo dueña de mí, que perdí el sentido, el rumbo. La razón aparece haciéndome ver que no es lo que está en el exterior lo que conspira contra mí, sino lo que aún conservo con fuerza dentro. Porque podría ignorar, podría hasta dejar de respirar pero, nada, nada impediría que lo olvide, ni tan sólo no pensarlo por un segundo.

Aprende a vivir, me dice aquella amiga, la razón. Aprende a despegar, a despegarte. Aprende a amar y pensar sin que duela. Mas cómo podría lograrlo si la vida entera me alimenté del dolor. ¿No se ve en mi sonrisa creciendo cada día?

~

Espera y desespera.


...

Y aquí sigo yo, mirando las manecillas del reloj avanzar mientras me detengo un poco más. A diario siento la inmovilidad de mi ser, de mi mente, de lo que usualmente me mantiene viva; las pulsaciones, el respirar, el bombeo. Mientras espero me pregunto, ¿qué espero?. Nunca de moda los milagros estuvieron en mi vida, ¿por qué ahora sería distinto?. Ni la noche ni el día con su magia y su misterio harán realidad mi deseo. Y es que parece lo suficientemente ilógico para siquiera hacer un intento. No se puede traer de regreso algo que alzó vuelo por su cuenta, sólo su propio viento lo podría bajar, sólo su propia fuerza, sólo si tuviera corazón, si aún pudiera sentirlo.
Resulta tan irreal todo esto, ayer en sus brazos y hoy, hoy sólo hay retazos. Llego a ese punto en el que necesito decir 'basta', pero mi terca voz se anuda y no sale, mis labios se llenan de patética ilusión, de ilusas esperanzas. No logro ser prudente con lo que mi corazón reclama, no logro tapar los oídos a esas voces que suplican espera. Vivo pendiente de mi sentir cuando debería avanzar con lo seguro, con mi presente. Vivo desesperando, retrocediendo, no siendo.
Sigo cumpliendo con aquellas promesas que él rompió, con aquellas que olvidó. Sigo fiel sin motivos más que por amor, mi propio amor, ese amor que antes de ser dos era sólo uno. 
¡Qué patético!, dirán algunos, que obsesión de perder tiempo en lo que ya no existe, seguro otros. Pero así es como soy, por desgracia, por lamento o por fortuna, es como siento. E inevitablemente, no tengo marcha atrás, ya es mi marca personal, quizás, lo que me hace diferente al resto.

El tiempo seguirá sucediendo mientras yo seguiré sin entender.

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