viernes, 4 de abril de 2014

Lo acepto y reprimo.


...

Me rindo,
el sentimiento está mas las palabras no lo entienden.
La agonía que quema dentro por
no saber cómo explicarlo
me terminará consumiendo.

Me asfixio,
las emociones crecen y no mueren ni con olvido,
se debilitan por la distancia
y retoman fuerzas por los recuerdos.
Los únicos, los míos.

Absurdo latir de este corazón,
dándole vida a un amor fugado,
permitiéndome seguir amando a quien me dijo adiós
sin temblar los labios.

Ilusa la esperanza
e idiota mi alma
soñando lo ausente y lo prohibido,
lo anhelado y lo perdido,
lo prometido y lo incumplido,
lo amado
desterrado por él,
aún en mí tan vivo.

Y hablo de alusiones de aquel enamoramiento
que aún trayéndolo al presente
no deja de ser sólo la bella sensación
de haber existido alguna vez.

¿Lo fue?


*

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